No me impacta mucho la sensación de complejidad. Esos ojos no son claros. No son acordes a los míos. Pero quizás, esta vez termine interceptando tu capciosa invitación. Me arriesgo hasta quedar hundida en dudas. Y quizás pueda llegar a interpretar tu maravillosa aparición. Es más que un torcido recorte de palabras, es más que un simple encuentro furtivo. Es una participación constante y abrumadora (aunque al mismo tiempo encantadora). Odio no poder navegarte (navegarnos) y aclamarnos en sonrisas.
Esos gestos que demuestran atenciones y llamadas. Principalmente suelo extrañar tus coordenadas cuando no entiendo las memorias. Las reacciones son fundamentales, querido, y si no llamas a las voces, el manto es grave y oscuro. Las manos son calidas al contacto, y estas ansias de recordar ese contacto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario