¿Qué tan bella puedo ser? ¿Qué tan azul pueden transformarse mis gestos?
¿Qué tanto puedo proyectar? Antes que vos
estoy yo.
Lo que me impone malestar, lo que me incita a no estar perfectamente posicionada es que me siento imposibilitada de ver tu cinta.
No puedo verla. Antes pude, ya no.
Ningún café, ninguna perdida me lo saca.
Ningún frío de invierno.
Ningún viaje.
Ningún subte.
Ningún nada de nada.
Nada me lo quita, sólo yo.
Ya me dejaste bailotear y reposar en tus deditos durante mucho mucho tiempo.
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