ese flujo, esa náusea, esas tiras: aquí comienza el fuego

22.11.10

No es un desconsuelo, es más bien la resignación después del acto.
Acoto palabras, pero de una forma tan lastimosa, que el sentido se pierde ante la primera exhalación, y luego de un corto plazo de sin respuestas, las paredes se funden y puedo proyectar (te) ante muchos rostros.
Podría haber tomado esas manos, haberlas guiado, acompañado. Podría haber mimetizado esas profundidades, y haberlas superpuesto.
Soy ínfima ante su sombra. Soy pequeña ante el bosque. Soy un número negativo. Tal vez debería haberme percatado de tus gestos, de tu tacto visual.
No era similar. Nunca lo fue.
Tal vez sólo te satisfaces con lo poco que puede alargarte una mano o tal vez no te agrada el contacto alterado de una mano aferrando a otra.

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